martes, 15 de junio de 2010

Una experiencia sudamericana, ¿está relacionada la cantidad de recursos disponibles con la calidad de la enseñanza?

Hace ya tres meses tuve la oportunidad de vivir una gran experiencia que me enriqueció tanto a nivel personal como profesional. Aquí me voy a centrar en lo segundo porque si hablo de lo primero me podría tirar horas y horas.

Esta experiencia consistía en hacer las prácticas curriculares en Paraguay, hasta aquí todo normal, lo que la hace especial es que estuve en una zona que ni los propios habitantes de Paraguay saben que existe y si lo saben lo olvidan, se trata del Bañado Sur (Asunción).

Sólo la idea me llenaba de alegría e ilusión, una ilusión que poco a poco se convertía en miedo porque todo el mundo me decía: ¿tú sabes dónde vas?, ¿te sientes preparada para estar en esas condicones?,etc...

Este miedo, o mejor dicho esta inquietud, se vió agravada cuando visité la zona : no había asfalto, no había coches, las casas eran bastante precarias, los niños andaban descalzos y los animales reinaban las calles.
Desde fuera y con los estereotipos que las sociedad nos crea pensé que no sería capaz de aguantar allí, pero todo lo contrario, cada día que pasaba más me enganchaba ese lugar, pues tenía algo especial: su gente.

El primer día de pácticas en el colegio San Miguel fue un cúmulo de cosas que inhundaban mi cabeza, por un momento, ingenua de mi, pensé: qué me van a enseñar aquí si no tienen nada.
Y mira si me enseñaron, me enseñaron que con nada se puede hacer mucho, que una caja de cartón da para mucho más que para tirarla al contenedor, que es todo lo que te propongas que sea, porque los niños otra cosa no, pero imaginación les sobra.
Allí no había fotocopiadora, ni casette, ni material lógico, ni sillas para todos...
Pero la dinámica de la clase no se veía afectada por eso ni mucho menos, porque se enseñaban hábitos y para eso no hace falta más material que otra persona que de ejemplo.

Por eso desde esta pequeña ventanita os animo a dejar volar vuestra imaginación y nunca dejeís de hacer lo que queráis por no tener el material específico porque hay muchas alternativas, sólo teneís que mirar a vuestro alrededor.

Aquí os dejo un video del Colegio San Cayetano en el que hacia los seminarios. Este centro pertenece a la misma fundación que el colegio en el que estuve, Fe y Alegría.

5 comentarios:

Mayca R. dijo...

Ay, Ana, me has emocionado! La verdad es que tienes toda la razón, lo primero que hacemos para diseñar una actividad es buscar material y más material... Y la mayoría de las veces es prescindible.
Un besooo

Vanessa Pelegrín dijo...

Ana, me uno a lo que dice Mayca, "me has emocionado", y también considero que estamos acostumbrados a diseñar actividades siempre con materiales, y en el caso de no disponer de ellos, en muchos casos nos vemos perdid@s, sin saber qué hacer.

Carmen María dijo...

A mí también me has emocionadoo, creo que esa clase de experiencia es muy enriquecedora y te hace valorar realmente lo que tienes y a descubrir que muchas de las cosas que consideramos esenciales no lo son. A veces no nos atrevemos a experimentarlas por miedo a...así que eres una valiente!!gracias por compartir tu experiencia!!

Laura dijo...

Yo también me quiero unir a dejarte un comentario sobre esta pequeña reflexión que has hecho, ya que estoy totalmente de acuerdo contigo. Muchas veces nos quejamos porque no tenemos todo lo que queremos, sin embargo no apreciamos las facilidades y las cosas que tenemos. Y creo que deberíamos valorar más todo, pues hay personas, como con las que has tenido la suerte de convivir que tienen mucho menos y son más felices que otras que cuentan con todos los caprichos. Pues la cuestión está en saber sacar provecho de lo que posees, ya que como dice el refrán: no es más rico el que más tiene, si no el que menos necesita.
Concretamente todo maestro debe ser consciente de que la formación no está en base de los recursos, éstos ayudan, pero lo principal está en cómo los presentes y utilices.
Un saludo. :)

Cristina Noguera Sánchez dijo...

La verdad que tienes toda la razón del mundo, Ana. Nos centramos demasiado en que la actividad quede bonita, cargandola de materiales y no nos damos cuenta que lo que importa es el qué y el quién.
Besitos
Posdata: A mí hermano le encanta tu blog de Dora la exploradora. :D

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